La Reforma del Outsourcing en México de 2021, desencadenó en la Regulación de los Servicios Especializados. Esta ley permite externalizar cualquier actividad que esté fuera del objeto social o de la actividad preponderante de la empresa contratante. Dicha actividad puede ser externalizada por tiempo indeterminado, mientras dure la necesidad, pudiéndose extender a años o de manera indefinida.
¿Qué ocurre cuando una organización tiene una necesidad temporal en cualquiera de sus áreas sea objeto social o no, y no cuentas con los recursos ni el tiempo para poder contratar a cierto número de personas por esa necesidad puntual?
La respuesta podía ser, tener reguladas a las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) en México, como una alternativa a la contratación temporal directa o colaboraciones por honorarios, entre otras opciones; evitando que se dé la informalidad. Una Ley no sustituye a la otra sino que son paralelas y complementarias.
En el dinámico y siempre cambiante mercado laboral global, las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) han emergido en el mundo como actores clave en la formalización del empleo, especialmente en economías consolidadas y con mercados laborales formales. Países como Francia, Alemania, Holanda, UK, España, Italia, Estados Unidos entre otros y varias naciones en América Latina han visto en las ETT una herramienta eficaz para reducir el empleo informal y proporcionar estabilidad a sus mercados laborales.
Las ETT ofrecen flexibilidad tanto a empresas como a trabajadores. Para las empresas, representan una solución práctica para adaptarse rápidamente a las demandas fluctuantes del mercado. En sectores con picos estacionales o demandas variables, como la agricultura, la manufactura, la hostelería, el retail y la logística, las ETT permiten a las empresas contratar personal temporal de manera eficiente y conforme a la ley.
Lo anterior, no solo optimiza la gestión de recursos, sino que también asegura que los trabajadores temporales tengan contratos legales, acceso a beneficios laborales y protección social. En los países citados anteriormente, donde la flexibilidad laboral es crucial para la competitividad, las ETT han sido vitales para mantener a las personas activas en el mercado laboral y reducir las tasas de desempleo.
Desde la perspectiva de los trabajadores, las ETT abren puertas a oportunidades de empleo formal que de otro modo serían inaccesibles. Para jóvenes, estudiantes y aquellos en transición laboral, estas empresas ofrecen una entrada al mercado laboral formal, proporcionando experiencia y habilidades valiosas que aumentan sus perspectivas de empleo a largo plazo.
La capacidad de las ETT para ofrecer programas de capacitación mejora aún más la empleabilidad de los trabajadores, permitiéndoles adquirir competencias técnicas y transversales que son cruciales en el entorno laboral moderno.
No obstante, es importante reconocer que el éxito de las ETT en la formalización del empleo no puede atribuirse únicamente a estas empresas. La formalización del empleo es el resultado de un conjunto complejo de factores, incluidas políticas laborales adecuadas, un entorno económico favorable y la implementación de normativas laborales que protejan los derechos de los trabajadores. Las ETT, sin embargo, han demostrado ser un componente esencial de este ecosistema, facilitando la transición de la informalidad a la formalidad y contribuyendo a la estabilidad del mercado laboral.
En conclusión, las Empresas de Trabajo Temporal han demostrado ser un pilar fundamental para la formalización del empleo en economías sólidas y competitivas. Al ofrecer flexibilidad, acceso a beneficios laborales y oportunidades de capacitación, las ETT no solo mejoran las condiciones laborales de los trabajadores temporales, sino que también fortalecen la competitividad y la adaptabilidad de las empresas. En un mundo donde la estabilidad y la legalidad en el empleo son cada vez más valoradas, las ETT seguirán desempeñando un papel crucial en la construcción de mercados laborales más formales y equitativos.
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Francisco Martínez Domene
Francisco Martínez Domene es ejecutivo con más de 28 años de experiencia en la industria de los Recursos Humanos. Inició su carrera en Adecco España donde tuvo diferentes cargos comerciales y operacionales, siendo el último Director Regional de Operaciones durante 15 años, y en el 2015 se unió a la región de Latinoamérica en donde fue primero CEO en Chile y después en Argentina y Uruguay hasta Agosto 2019.
Actualmente es CEO The Adecco Group México, desde septiembre del 2019, y ha sido nombrado durante cinco años consecutivos en la lista de los 25 líderes más influyentes de la subcontratación en Latinoamérica por la prestigiosa consultora norteamericana Staffing Industry Analyst. Del 2020 al 2022 formó parte Consejo Directivo de la Cámara Suizo-Mexicana de Comercio e Industria y actualmente forma parte del Consejo Directivo de la Cámara Española de Comercio en México y del Club Catalán de Negocios. Es el Secretario del Consejo de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) para el bienio 2023 – 2024 y acaba de ser nombrado en Septiembre 2023, Ambassador de Awards of Happiness para México.
LinkedIn: Francisco Martínez Domene
Twitter @fmdomene
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