El valor de las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe aumentó a una tasa estimada de un 18,8 por ciento en 2022. En este período, las ventas externas de la región consolidaron la tendencia a la desaceleración, tras crecer 27,8 por ciento en 2021, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El desempeño de las ventas externas se debió principalmente al incremento de los precios de exportación, mientras que los volúmenes perdieron vigor, de acuerdo con un comunicado del organismo multilateral.

Para los próximos meses se estima una reducción de la tasa de crecimiento de las exportaciones de la región debido a la tendencia bajista de los precios de los commodities, las consecuencias de la guerra en Ucrania, las políticas monetarias restrictivas para reducir la inflación y la desaceleración del crecimiento global, según la última edición de la serie Estimaciones de las Tendencias Comerciales de América Latina y el Caribe.

“Tras una rápida recuperación en 2021, a raíz de una serie de shocks globales, las exportaciones de América Latina y el Caribe entraron en una fase de desaceleración que continuará en 2023. Revertir esta tendencia será clave para apuntalar el crecimiento económico de los países de la región”, dijo Paolo Giordano, Economista Principal del Sector de Integración y Comercio del BID y coordinador del estudio.

Explica que los envíos a Estados Unidos impulsaron las ventas externas de la región, con un crecimiento estimado del 21,3 por ciento en 2022. La demanda de los otros socios principales de América Latina y el Caribe experimentó una marcada desaceleración en comparación con los datos de 2021. Las ventas a China crecieron un 2,0 por ciento, a la Unión Europea un 14 por ciento y las intrarregionales de América Latina y el Caribe un 25,6 por ciento.

Durante el 2022, los precios de la mayoría de los productos básicos exportados por América Latina y el Caribe aumentaron. Entre enero y noviembre de 2022 se incrementaron los precios del petróleo (43 por ciento), el café (29,1 por ciento), la soja (13 por ciento) y el azúcar (5,5 por ciento) en términos interanuales.

Por otra parte, los precios del mineral de hierro y el cobre sufrieron caídas interanuales del 28,9 por ciento y 4,9 por ciento, respectivamente.

Según el informe, el shock producido por la invasión de Rusia a Ucrania “reforzó el incremento de los precios de los principales productos básicos”. Pero “en la mayoría de los casos la tendencia ascendente se revirtió a mediados del año ante la desaceleración de la demanda global, las bajas previsiones de crecimiento y la apreciación del dólar”.

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