En la antigua Grecia, como no tenían móviles, ni ordenadores, ni redes sociales, ni…había gente que se dedicaba a pensar. Pensaron tanto y tan bien, que muchas de las cosas que pensaron/dijeron son de absoluta actualidad.

Definieron un mal o una situación que ahora es cuasi pandémica: “El síndrome de Hubris”.

El concepto de Hubris o Hybris se define como desmesura. Perder la modestia y tener un orgullo o confianza exagerada en sí mismo. Tener siempre razón. Pasar por encima de los demás. Despreciar el pensamiento y el conocimiento ajeno, siempre menor que el nuestro. Ser dueños de la verdad.

Hablando de la antigua Grecia el “intento de transgresión de los límites impuestos por los dioses a los hombres mortales y terrenales”.

Lo han llamado “El mal de la intoxicación de poder”.

Seguro que ahora mismo te ha venido a la cabeza la imagen de dirigentes y de empresarios que creen estar por encima del bien y del mal, auténticos poseedores y únicos conocedores de la verdad verdadera, dueños de la vida de las personas que están bajo su influjo.

Sí, casi todos acaban olvidando que están ahí porque alguien los puso o los ayudó.

Pero dentro de que me preocupan, y mucho, me preocupan más los Hubris intermedios.

Son aquellos que, de repente y sin estar preparados, tienen un poder parcial sobre sus iguales.

Son esos jefes que consiguen que los mejores se vayan de la empresa.

Son esos pseudo dirigentes que no respetan ni a nada ni a nadie y que piensan que el fin justifica los medios.

No hace mucho leí que el peor verdugo es el que ha sido antes víctima.

Me canso de escuchar a personas hablando de su nuevo jefe, antiguo compañero, que maldecían juntas las técnicas de dirección del anterior y, en el momento en el que reciben el “título” de jefe lo olvidan y continúan con esas tiránicas técnicas de dirección.

Como dice el refrán: “Si quieres saber cómo es Juanico, dale un puestecillo”.

Desde RRHH tenemos la responsabilidad de saber cómo es antes de dárselo y así evitar que, en nuestra empresa, la pandemia de Hubris continúe.

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