• En entrevista con RRHH Digital México y Centroamérica, enfatizó que, al liderar un equipo de trabajo, lo primero es trabajar en nosotros mismos, a título personal y desde esa óptica, iniciar una transformación personal. 
• Accionista y encargado de New Business y Alianzas en Happyforce, una app para convertir estados de ánimo y opiniones de los empleados en datos, y los datos en acciones. Señaló que es más importante invertir en tecnología, pero más aún, hacerlo en la cultura de la organización. Porque suele ser la cultura la que se interpone en la consecución de los objetivos corporativos “Por eso insistimos en Happyforce en la importancia cultura, en hacerla evolucionar hacia el aprecio, el reconocimiento, el agradecimiento, y el refuerzo positivo”.
• “Cuando queremos recibir algo, lo mejor que podemos hacer es darlo. Cuando uno quiere algo, en lugar de reclamarlo, lo mejor que puede hacer es ofrecerlo. Si quieres agradecimiento, sé agradecido con los que te rodean. De repente te vas a encontrar que los demás te están dando el agradecimiento que tu necesitas y mereces. Me parece un cambio de paradigma fascinante”, abundó. 
• Así, explicó es como pasamos del ámbito personal a proyectar nuestro nuevo nivel de consciencia y nuestro desarrollo personal hacia el exterior, “Empezamos a escuchar más de lo que hablamos, a ser empáticos, a ser prudentes con nuestras palabras, para tender puentes en lugar de levantar muros, a no tomarnos nada de manera personal, a hacer lo máximo posible …”. Y con ello se genera confianza a nuestro alrededor, con nuestro comportamiento, desde la coherencia entre lo que sentimos, decimos y hacemos y esto produce un ejemplo maravilloso que la gente empieza a replicar a nuestro alrededor.
• “Y es que, cuando hemos hecho ese camino de desarrollo personal, resulta que no te tienes que empeñar tanto en proyectarlo hacia afuera porque será una consecuencia muy natural, genuina y, sobre todo, muy coherente del camino que tú has hecho y será mucho más fácil de lo que pensamos”, afirmó el especialista en materias Employee Experience, Leadership, High Impact Training y Coaching.
• Cuestionado sobre la figura cada vez más recurrente en las organizaciones del Chief Happiness Officer en las empresas, relató: “Yo no puedo hacer feliz a otra persona. Lo que puedo hacer es generar el entorno adecuado para que sea feliz. La metáfora que utilizo es la del jardinero, es decir, la organización sería el jardinero, quien puede elegir dónde plantar un rosal, qué tipo de tierra; si le debe dar la luz, la sombra, el tipo de sustrato, la cantidad de agua, pero poder florecer es algo que le compete única y exclusivamente al rosal”. Que en esta metáfora sería el propio empleado. Dar su mejor versión, es algo que sólo le compete a él. 

Para finalizar, Jordana recomendó que, como organización, se busque el éxito con las personas y no a costa de ellas. “A veces la tentación de salvar un buen trimestre, un buen año o un mal ejercicio a costa de despedir, de prescindir de las personas es muy fuerte. Pero si estamos en una posición directiva, tenemos las herramientas y la capacidad. Mejor pensemos en formas más imaginativas que no pasen por sacrificar a las personas”.

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