Más de la mitad de estas deudas se encuentran en cobro judicial o en estado de incobrables.
La morosidad de las deudas en el sector crediticio no regulado siguió en aumento este año, a tal punto que el 97,31 por ciento del ingreso bruto mensual promedio de muchas personas –unos ₡426,890– se destina a honrar sus deudas, según un reporte del Instituto Tecnológico de Costa Rica y Equifax, empresa especializada en data, analítica y tecnología.
El sector no regulado, puntualizan, está integrado por el segmento comercial (tiendas por departamentos, tiendas de electrodomésticos, ferreterías); el sector financiero no regulado y telecomunicaciones (cuentas telefónicas y servicios de electricidad, cable e Internet).
En el sector crediticio no regulado aumentó el promedio de mora (6.59 por ciento) y la cantidad de deudores morosos (4.22 por ciento) lo que podría estar significando un verdadero impacto negativo para el consumidor, especialmente, si le sumamos el efecto adverso de la inflación que superó el 10 por ciento anual (BCCR, 2022c) y que los ingresos del costarricense solo aumentaron un 3.4 por ciento de un año a otro.
De junio de 2021 a junio 2022 el monto de la deuda morosa del sector crediticio no regulado creció un 11.08 por ciento, mientras que la del sector crediticio regulado bajó un 9.67 por ciento, según el III Reporte sobre la deuda morosa en el sector financiero no regulado de Costa Rica.
Mientras tanto, en el sector regulado la deuda morosa total disminuyó un poco más del 9,5 por ciento de junio de 2021 al mismo mes del 2022. Este panorama podría ser reflejo de las políticas que han adoptado cada sector, por ejemplo, el sector bancario ha mantenido sus medidas de flexibilización (arreglos de pago como periodos de gracias o disminución de las cuotas); lo cual, contribuye a que su cliente logre hacer frente a sus deudas con mayor facilidad, de acuerdo con la página web de la institución.
El monto promedio de morosidad en sector financiero no regulado se acercó a los niveles pre-pandemia con un monto de ₡977,498.96 en comparación con los ₡939,973.44 que se tenían en el primer semestre de 2019.
Para César Calomino, Gerente General de Centroamérica, México y el Caribe para Equifax, resulta necesario que a la luz de estos resultados, Costa Rica se plantee incorporar en las evaluaciones crediticias la información de incumplimiento y cumplimiento, lo que permitirá tener una visión completa de los ciudadanos que busquen crédito.
“De los 11 países de América Latina donde opera Equifax, solo en Costa Rica los ciudadanos no tienen derecho a conocer el buen comportamiento de pago (información positiva); y que se considere en las evaluaciones cuando se adquiere un crédito.
"Si el país avanzara con una ley explícita para el uso de información positiva, un 21% de la población económicamente activa, accedería a una opción de crédito en el mercado formal, lo que ayudaría a aliviar la situación de los ciudadanos excluidos por Ley de Usura o aquellos que son víctimas de altas tasas de interés en manos de prestamistas informales”, expresó Calomino.
Según Evelyn Hernández, del Tecnológico, los signos positivos de la recuperación económica no parecen reflejarse en una estabilidad financiera de las personas deudoras del sector crediticio no regulado.
“Desafortunadamente, este año se presenta un nuevo aumento de la morosidad en las cuentas del sector crediticio no regulado que, aunque relativamente moderado (si lo comparamos con el año anterior), es preocupante por la gravedad de estas deudas morosas, ya que, por primera vez en tres años, más de la mitad de las deudas se encuentran en cobro judicial o en estado de incobrables”, agregó Rodrigo Calvo, investigador del TEC.
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