El 36% de los encuestados valora más un plan de desarrollo profesional que los incentivos económicos, lo que refuerza la importancia de líderes que impulsen el crecimiento y el reconocimiento dentro de la empresa.
Las empresas enfrentan el desafío de satisfacer expectativas diversas y construir entornos donde el liderazgo sea efectivo y motivador, en un entorno laboral en el que confluyen cuatro generaciones distintas –baby boomers, generación X, millennials y centennials.
Bajo esta premisa, el Estudio de Remuneraciones 2025, realizado por la agencia de empleo especializado PageGroup, identifica cualidades como la comunicación clara y efectiva entre las más valoradas por los empleados.
Y es que la capacidad de transmitir ideas de manera transparente es la habilidad blanda más apreciada por todas las generaciones. Los empleados buscan líderes que comuniquen con claridad y empatía, fomentando un entorno de confianza.
La segunda es el establecimiento de metas claras y alcanzables, ya que los colaboradores valoran líderes que fijan objetivos realistas y bien definidos, lo que permite a los equipos comprender su papel en la organización y avanzar con motivación.
Otra es la empatía y capacidad de escuchar, toda vez que la primera se convierte en un rasgo esencial; los líderes que comprenden las necesidades y preocupaciones de su equipo fomentan relaciones más sólidas y un ambiente de trabajo saludable.
La cuarta es la promoción de un entorno colaborativo y motivador. La capacidad de generar un ambiente de cooperación y motivación contribuye al éxito organizacional y mejora el clima laboral.
Finalmente es el equilibrio entre trabajo y vida personal. Los trabajadores valoran líderes que impulsan políticas de balance entre la vida personal y laboral, lo que influye directamente en la percepción del bienestar dentro de la empresa.
Sin embargo, existen diferencias generacionales en la percepción del liderazgo, ya que cada generación tiene expectativas particulares respecto a los líderes. Los baby boomers valoran principalmente la comunicación efectiva y el establecimiento de objetivos claros, mientras que los millennials y centennials destacan la empatía y el equilibrio entre trabajo y vida personal como aspectos esenciales.
La generación X, por otra parte, prioriza la capacidad del líder para definir metas realistas y crear un entorno de colaboración. Una constante en todas las generaciones es la preferencia por líderes que fomenten la equidad de oportunidades y políticas justas de compensación.
De hecho, el 55 por ciento de los encuestados considera que un mal liderazgo es una de las principales razones para dejar su empleo. Este punto no es nuevo, la importancia de formar líderes que no solo dirijan, sino que también inspiren y retengan al talento ha sido una constante en los últimos años.
“El éxito de una empresa no solo depende de sus estrategias, sino de la capacidad de sus líderes para inspirar, guiar y retener al talento. Hoy, el liderazgo efectivo no se mide únicamente por resultados financieros, sino por la capacidad de crear entornos de confianza, colaboración y crecimiento”, advierte Oliver Odreman, Senior Director en PageGroup.
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