Mediante la formación de profesionales en la carrera de Salud Ambiental, de la Escuela de Tecnologías en Salud, de la Facultad de Medicina de la UCR, se busca que sigan contribuyendo a los procesos comunitarios.
El agua es el eje de muchos de los Objetivos del Desarrollo de la Agenda 2030, sobre la que la Universidad de Costa Rica, mediante diversos proyectos, adquirió un compromiso institucional para contribuir a su alcance, como el denominado “Lo que cuenta el agua en la Región Chorotega” (EC-587), un esfuerzo de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) que se ejecuta en la Sede Regional de Guanacaste (SG-UCR).
En su blog, la institución puntualiza que el EC-587 se orienta a fortalecer la participación comunitaria y los procesos educativos, ya que son herramientas que permiten modificar los patrones de integración social en la resolución de conflictos socioambientales.
Además, mediante la formación de profesionales en la carrera de Salud Ambiental, de la Escuela de Tecnologías en Salud, de la Facultad de Medicina de la UCR, se busca que sigan contribuyendo a los procesos comunitarios en aras de un mayor desarrollo social, económico, ambiental y en el aseguramiento de las condiciones sanitarias básicas.
Según Yordan Brenes Vargas, coordinador del EC-587, una de las metas es evidenciar que el agua es un elemento común en las comunidades para que las personas disfruten de una salud integral y al mismo tiempo sea un factor de crecimiento económico en sus regiones.
Y como parte del mismo, y que consideró un insumo significativo para continuar los procesos sociocomunitarios, se produjo una serie de audiovisuales que abordan los problemas que enfrentan comunidades en los cantones de Cañas, La Cruz, Abangares, Hojancha y Santa Cruz, de la mano de la comunicadora Hannia Rodríguez Jiménez y el realizador Pedro Murillo Rodrigues, ambos destacados en la Unidad de Comunicación de la VAS.
De acuerdo con las personas gestoras del proyecto EC-587, cada comunidad tiene sus propios retos y preocupaciones para tener acceso a agua potable de calidad. En lo primero, la crítica recurrente es que la distribución del líquido no es equitativa y no se reparte según las necesidades de cada poblado.
Asimismo, en la región Chorotega la ausencia de infraestructura y las pocas inversiones del Estado son parte del olvido, que son anotadas como promesas electorales que gobierno tras gobierno y finalmente quedan en el papel. Otras de las principales preocupaciones expresadas por las personas es la falta de acompañamiento técnico en cuanto a los procesos y tecnologías más adecuadas para llevar agua de calidad a cada casa.
Otra de las preocupaciones de las actuales dirigencias es cómo incentivar la participación ciudadana, más allá del pago de los recibos mensuales, más bien que “la gente se identifique con las Asadas, en torno a una cultura del agua y el cómo hacer el relevo generacional, porque la mayoría está dirigida por personas adultas y muy pocos jóvenes muestran interés en integrarse a estas organizaciones, se explica en parte por la cultura adultocentrista que impera en el país”, detalló el investigador.
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