El reporte del BID subraya un alza del empleo formal a tasas superiores a las del empleo informal, lo que muestra un aumento de trabajos de calidad, aunque no a la velocidad que la región requiere.
América Latina y el Caribe registró en la segunda mitad del año 2022 una recuperación total del empleo, llegando a niveles superiores a los observados antes de la pandemia e, incluso, en el mes de septiembre, las economías lograron generar ocho millones de empleos más que antes de la irrupción de la pandemia en marzo de 2020.
El último informe del Observatorio Laboral del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que analiza los mercados laborales en 15 países de nuestra región.
Asimismo, el reporte muestra una recuperación desigual para distintos países y grupos de la economía, y destaca el crecimiento del empleo formal durante el año.
Pese a estas buenas noticias, el informe indica que el crecimiento neto de empleos durante los últimos treinta meses es todavía muy bajo y que la recuperación económica de 2021 llevó al empleo a su pico en noviembre de ese año, para volver a ver una caída en los primeros meses de 2022.
“En estos meses de crecimiento sostenido del empleo, se ha vuelto a abrir una ligera brecha entre el empleo formal y el informal. Después de que el empleo informal lograra recuperarse de una caída mucho más pronunciada que el empleo formal provocada por la pandemia, su crecimiento ha sido relativamente más lento durante 2022 y se ha quedado rezagado.
“Esta ralentización del empleo informal coincide con el menor desempeño económico en la región y la adopción tecnológica en los mercados laborales”, expone el informe.
Si bien el impacto de la crisis sanitaria en el mercado laboral fue mayor para los grupos más desfavorecidos, como los trabajadores jóvenes, de baja educación e informales y, especialmente, las mujeres, la recuperación del empleo total observada en la segunda mitad de 2022 se explica con el crecimiento del empleo femenino que, por primera vez en la pandemia, superó marginalmente a la recuperación del empleo masculino.
Esto, en opinión de Laura Ripani, jefa de la División de Mercados Laborales del BID, significa que solo se cerró el porcentaje de la brecha de género profundizado por la pandemia y que se mantiene en el mercado laboral de la región en términos absolutos.
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