Aunque a menudo se espera hablar más sobre la experiencia laboral o las metas, en una entrevista de trabajo pueden surgir preguntas como ¿qué puedes aportar a la empresa?, ¿cómo te ves dentro de 5 años?, ¿cómo te describirías?, ¿por qué buscas un cambio en tu trabajo actual?, o ¿cómo fue tu relación con tu último jefe o equipo? pueden desconcertar a más de un candidato.

En un artículo, Madalina Secareanu, Gerente senior de Comunicación Corporativa de Indeed para LATAM, explica que una de las preguntas más recurrentes es por qué estás buscando cambiar tu trabajo actual o por qué dejaste el último puesto que tenías.

En estos casos, es factible mencionar que se desea ampliar los conocimientos y trabajar con diferentes personas, además de buscar una empresa que coincida con los valores personales. Y entre las respuestas adecuadas está decir que se buscan opciones de trabajo con políticas ambientales, de diversidad e inclusión más estructuradas, según sea el caso.

¿Cómo te ves dentro de cinco años? o ¿cuáles son tus expectativas sobre la empresa?, son otros de los cuestionamientos que pueden surgir. Lo más importante aquí es establecer objetivos específicos, medibles, alcanzables y relevantes. Por ejemplo, tener un rol de liderazgo en el área, hacer un posgrado para actualizar tus conocimientos, aumentar la cartera de clientes. Es fundamental ir de corto a largo plazo y, por supuesto, enfatizar que la empresa te ayudará a conseguirlos.

Otra pregunta que puede surgir es cómo fue la relación con el anterior o actual jefe. Aquí, una respuesta que podría ayudar es: "Fue agradable colaborar con mis superiores y sentí una gran satisfacción en hacer aportes a los nuevos proyectos de la empresa así como aprender de ellos, pero creo que es hora de ampliar mis conocimientos trabajando con gente diferente".

Si se pregunta sobre debilidades, muchas veces se comete el error de decir que una debilidad es ser perfeccionista o que tienden a frustrarse rápidamente. Ser franco es bueno, pero es bueno acompañarlo con una solución, por ejemplo: “Tiendo a frustrarme, pero cuando me pasa eso, me tomo un descanso para entregar mis tareas de la mejor manera”, o “buscar soluciones, ya sea solo o con el apoyo de un compañero".

Respecto a preguntas personales, Secareanu señala que, a veces los reclutadores y el futuro equipo hacen preguntas para saber más sobre el candidato, por ejemplo, sus pasatiempos, si tienen hijos o incluso si hay un talento artístico secreto. Cómo se describe uno mismo, cómo lo perciben sus compañeros o amigos, o cómo maneja los conflictos, son algunas de las preguntas que pueden aparecer en una entrevista.

La respuesta fácil sería centrarse en hablar sobre cómo se es en el trabajo, con los compañeros de trabajo o sobre los conflictos laborales, lo cual está bien. Sin embargo, no hay que olvidar que desean conocer a la persona en un aspecto aislado del trabajo.

Por eso, es recomendable hablar de cómo se percibe uno mismo, puede ser desde características como ser responsable y organizado, pero también divertido y relajado. O, digamos que es una persona que defiende sus ideales y cuando hay que lidiar con un conflicto, se hace de manera asertiva para que los demás entiendan su punto de vista.

Madalina Secareanu concluye que una entrevista de trabajo es una forma de conocer más a la persona, por lo que la honestidad es importante, pero también sirve para demostrar que se es bueno manejando ciertas situaciones y compartiendo posibles soluciones, lo que indicará que puede encajar con esa empresa en específico, sus valores y necesidades.

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