2023 podría ser uno de los años más importantes para el futuro de la conectividad WiFi y la tecnología IoT.
Los proveedores de servicios deben examinar más de cerca sus operaciones para asegurarse de que pueden aprovechar las oportunidades que ofrecen, ya que al comprender mejor lo que buscan los consumidores, se pueden elaborar estrategias y crear opciones de servicio para mejorar la interoperabilidad, el rendimiento y la seguridad con dispositivos Wi-Fi.
En este contexto, Cambium Networks, fabricante global de soluciones de redes inalámbricas señala tres tendencias en materia de conectividad WiFi y tecnología IoT:
Más dispositivos conectados: La adopción de dispositivos inteligentes seguirá creciendo en 2023. De hecho, para finales de este año habrá en la región de Latinoamérica 996 millones de dispositivos conectados, y 1,200 millones de conexiones para 2025, de las cuales alrededor del 64 por ciento serán para consumidores, incluyendo dispositivos para hogares inteligentes, wearables y vehículos autónomos, entre otros.
En la parte empresarial, también visualiza un crecimiento exponencial en el Internet industrial de las cosas (IIoT) con el fin de mejorar procesos de manufactura o de fabricación. Por lo general esto implica el uso de sensores, analíticos, etc. que producen un gran número de datos, por lo que se necesita usar aplicaciones que puedan brindar visibilidad y control en tiempo real para poder tomar decisiones más acertadas.
Mayor foco para disminuir la brecha digital: Mientras el número de dispositivos conectados aumenta, la reducción de la brecha digital seguirá siendo un tema importante este año. Una nueva investigación de las Naciones Unidas ha revelado que todavía hay más de 2,900 millones de personas en todo el mundo que no están conectadas a Internet.
Ahora que empezamos a considerar Internet como un servicio público -del mismo modo que el agua, el gas o la electricidad-, es hora de conectar lo desconectado.
Cada vez más ciudades actuarán, creando comercio y digitalización de los servicios públicos. Se verá una preferencia por los sistemas integrados que aprovechan una infraestructura común para múltiples aplicaciones, como la videovigilancia, los sensores y el Wi-Fi público, debido a su simplicidad.
Más inteligencia, el auge del WiFi 6E: Actualmente, las redes Wi-Fi tradicionales se ven desbordadas por los cientos de dispositivos que intentan conectarse al sistema. Por ejemplo, todos los dispositivos inalámbricos comparten las mismas frecuencias; por ello, el Wi-Fi inicia lo que se llama un protocolo de "escuchar primero". Como resultado, si un punto de acceso está ocupado atendiendo una multitud de peticiones, la velocidad puede disminuir significativamente.
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